LA HOMEOPATÍA EN MEDICINA VETERINARIA

Introducción:

La medicina veterinaria nació solo en la segunda mitad del siglo XVIII, en una época en que las grandes epidemias animales, como la peste bovina y del equino, asolaban Europa. Samuel Hahnemann (1755-1843), el padre de la Homeopatía, convivió con los comienzos de la profesión y observó su desarrollo con interés, junto con dar a conocer la medicina homeopática, en 1796, él declara: "Si las leyes de la medicina que yo reconozco y proclamo son ciertas y naturales, ellas deben poder ser aplicadas en los animales tan bien como en el hombre".

De hecho, fue el propio Hahnemann quien primero aplicó medicamentos homeopáticos a los animales, al tratar con éxito a su caballo afectado de la enfermedad hoy conocida como "oftálmia periódica", con Natrium muriaticum. Aproximadamente en 1815, dicta una conferencia ante la Real Sociedad de Comercio de Leipzig, titulada "La ciencia Homeopática de Curar los Animales Domésticos", en la cual declara que "la medicina veterinaria, en general, se practica en forma muy similar a la medicina humana", asegurando además, "que los animales pueden ser curados por el método homeopático en forma tan segura como se puede curar a un hombre"

Práctica de la Medicina Veterinaria Homeopática:

En la actualidad los medicamentos homeopáticos son aplicados por los médicos veterinarios tanto en salud, como en producción animal. El uso de homeopatía para la curación de animales, sigue las mismas reglas de la medicina homeopática humana, vale decir, el médico veterinario homeópata, debe ser capaz de obtener los síntomas individuales del animal enfermo y sobre la base de ellos determinar cual es el medicamento homeopático mas similar.

Obtención de los Síntomas:

La obtención de los síntomas característicos de un enfermo es tal vez uno de los puntos más críticos de la medicina veterinaria homeopática, ya que de nada sirve conocer a la perfección la Materia Médica y dominar las técnicas de repertorización, si los síntomas en que se basa la elección del medicamento no son los exactos e importantes.

Pese a que Hahnemann asegura que "se tiene la ventaja que los animales, a diferencia del hombre, no conocen la tergiversación, no exageran sus dolores, ni ocultan sus sentimientos, ni tampoco inventan males que no existen"; el médico veterinario, al igual que el pediatra, debe sortear la gran dificultad que significa la obtención de los síntomas del enfermo a través de un tercero, su propietario, quien muchas veces los desconoce completamente o bien miente para esconder sus errores o descuidos en el cuidado del animal.

De allí la importancia en la observación del paciente. Hahnemann opina que "aunque los animales no tienen idioma, los cambios observables en su exterior, en su modo de actuar y en la ejecución de sus funciones naturales y vitales, sirve igual como si los tuvieran". La observación del enfermo es un método preciso, que permite la obtención de síntomas seguros, especialmente mentales, ya que son verificados por el propio médico.

Como ejemplo se puede citar el caso de los animales febriles; en los cuales ciertos síntomas mentales pueden ser de gran valor. El enfermo puede tener un aspecto ansioso e inquieto mira a su alrededor pareciendo estar asustado, se esconde o se agazapa en un rincón, lo que corresponde al síntoma angustia y/o ansiedad durante la fiebre. Si se esconde es, tal vez, porque no desea la compañía (aversión a la compañía durante la fiebre); o solo quiere estar tranquilo, lo que demuestra gruñendo cuando se le acercan (desea estar tranquilo durante la fiebre).

También puede estar gruñón en circunstancia que antes no lo era (intranquilidad durante la fiebre); otras veces él, que siempre fue tranquilo, se mostrará agitado, se moverá constantemente, como si no encontrara la postura precisa o como si no pudiera estar bien sin moverse (inquietud durante la fiebre); etc.

En los animales criados con fines comerciales la obtención de sintomatología por parte del medico veterinario, para obtener una acertada prescripción homeopática, es crítica, ya que el encargado del criadero y los trabajadores, por lo general, es muy poco lo que aportan.

De gran importancia es la búsqueda de factores desencadenantes de la enfermedad, los conocidos "trastornos por" de los repertorios. En los animales domésticos, especialmente en las especies menores y en los equinos, no es raro que enfermedades diversas deriven de problemas mentales, tales como la perdida de un ser querido, las penas, los celos, el temor, etc. A manera de ejemplo se puede citar el caso de un equino hembra, fina sangre de carrera, que justo antes de correr, sufría diarreas muy intensas que le impedían obtener buenos resultados e incluso muchas veces competir.

Luego de ser examinada y tratada por varios médicos veterinarios, quienes la sometieron a los exámenes clínicos de rigor y modificaron su dieta, fue curada con el medicamento homeopático Argentum nitricum, el cual fue indicado sobre la base de su semejanza con el cuadro digestivo pero principalmente por poseer el síntoma "trastornos por anticipación".

En el caso de las enfermedades que afectan a un número importante de animales de un criadero, luego de descartar algunas fallas de manejo, se debe recurrir a la técnica descrita por Hahnemann en el artículo 100 del Órganon. En este caso se debe determinar el "remedio epidémico" sobre la base de la sintomatología que caracteriza, ya no el enfermo, sino al cuadro que representa a la totalidad de los animales afectados. Clásico es el caso relatado por el Dr. Pierre Smith quien obtuvo grandes éxitos en un brote de erisipela porcina mediante el uso de Aconitum D30, seleccionado sobre la base de los síntomas más característicos de la masa de animales enfermos, logrando un efecto preventivo y curativo.

Las Dosis en Medicina Veterinaria Homeopática:

Cuando se emplea un medicamento homeopático se actúa en un plano dinámico. Es por ello que la dosis en homeopatía, no está en relación con la cantidad, sino con la potencia y la frecuencia de administración.

Dice Hahnemann en el artículo 275 del Organon, con respecto a la importancia de la dosis en homeopatía; "la conveniencia de un medicamento, para un caso patológico dado no depende solo de su exacta elección homeopática, sino también de la cantidad apropiada, o mejor dicho, de la pequeñez de la dosis".

Al igual que en medicina homeopática humana, la elección de la potencia y la repetición de las tomas, depende de factores propios del enfermo, la enfermedad y el medicamento. Las formas de prescripción en medicina veterinaria de animales menores, son muy similares a las descritas para el humano, pero varían en el caso de animales de producción, ya que implican el tratamiento de un gran número de animales.

En razón de que aún no está bien claro si los medicamentos homeopáticos deben ser administrados lejos de las comidas, o si este factor es irrelevante, en animales mayores o en masas de pollos o conejos, es una buena solución administrar los medicamentos mezclados al 1% en el agua de bebida, pero mejor aún es la aplicación oral individual especialmente en cerdos, bovinos y ovinos, mediante "pistola dosificadora". Se ha intentado también mezclar los medicamentos con el alimento al 1%, pero para ello se necesita un medicamento diluido en lactosa. La vía inyectable puede ser utilizada, pero encarece los medicamentos, ya que la única posibilidad más o menos segura de esterilizar los preparados homeopáticos es la tindalización, que implica calentar las ampollas tres veces a 60 grados.

Aplicación de la Homeopatía en Producción Animal:

Un interesante uso de la homeopatía en medicina veterinaria, es la aplicación en producción animal. Si bien no es mucho lo que se ha estudiado al respecto, investigaciones realizadas en Chile, en la década de los 80, son un claro indicio de la utilidad que ella puede prestar. Durante muchos años los laboratorios farmacéuticos han comercializado los llamados "promotores del crecimiento", por lo general antibióticos y hormonas, cuyo uso no está exento de riesgo para el consumidor de las carnes tratadas, (no en vano en los países desarrollados está prohibido su uso).

Con la finalidad de obtener un "promotor del crecimiento" homeopático se estudió la acción de las tres principales calcareas homeopáticas; Calcarea carbónica, phosphorica y fluorica, más la Baryta carbónica, sobre el crecimiento y desarrollo de pollos Broiler y cerdos de engorda

De estos ensayos (11 en total) se concluyó que, sin lugar dudas, los medicamentos homeopáticos actúan favorablemente sobre la ganancia de peso de cerdos y pollos, pero dependiendo de varios factores:

Elección del Medicamento; lo cual no es simple si se considera que las técnicas homeopáticas están diseñadas para tratar enfermos, y los animales a tratar, en este caso, están sanos, al menos clínicamente. Por ello se recurrió al estudio de la constitución de los individuos, mediante lo cual se determino que los pollos Broiler son eminentemente "Carbónicos" y los cerdos híbridos son de constitución "Phosphorica".

La elección de la dilución es igualmente importante. Sobre la base de los ensayos realizados en pollos se puede asegurar, que las diluciones inferiores a D12 serían menos efectivas.

Pero más importante que lo anterior es la "receptividad" de los animales a la acción del medicamento homeopático. Todo ser vivo tiene un potencial de crecimiento y desarrollo genético que se expresa completamente solo en condiciones ideales de crianza, alimentación y ambientales. En los criaderos más artesanales, las condiciones ambientales distan mucho de ser adecuadas y las dietas por lo general solo cubren las necesidades mínimas, lo que condiciona que cerdos y pollos así criados, se desarrollen por debajo de los estándares de sus razas. Es aquí donde los medicamentos homeopáticos pueden hacer su mejor aporte, ya que permiten aprovechar un poco mejor las dietas deficientes y ayudarían a los animales a adaptarse al medio.

Ahora bien, de existir un cuadro clínico, como es el retardo del crecimiento, el medicamento a administrar debe ser el más similar a la sintomatología los animales afectados. Lo que se demostró al probar Baryta carbónica en cerdos afectados del trastorno antes mencionado.

Un poco de estadísticas:

Una crítica recurrente a la medicina homeopática, es la falta de estadísticas sobre sus resultados; es por ello que, para finalizar esta exposición, se incluyen algunos resultados obtenidos en el tratamiento de 54 casos de diferentes grados de parálisis en caninos, los cuales fueron tratados exclusivamente con medicamentos homeopáticos. Los cuadros de paresias y parálisis son posibles de observar con cierta frecuencia durante la práctica de la clínica de animales menores. Entre las causas de dichos trastornos, la más frecuente es sin lugar a dudas, el virus del Distemper, y en menos proporción las hernias del disco intervertebral, las artrosis y los traumatismos.

El pronóstico de las paresias y parálisis es por lo general malo, ya que la alopatía cuenta con muy pocas herramientas para tratar estos casos, especialmente en los cuadros de Distemper.

De los caninos incluidos en la estadística, el 62.96% (34 casos) correspondían a enfermos de Distemper, 24.07% (13 casos) a cuadros de hernias del disco intervertebral, 5.55% (3 casos) a artrosis en las articulaciones de la cadera, 5.55% (3 casos) a traumatismos y 1.87% (1 caso) a causa desconocida.

La edad de los pacientes fluctuó entre los dos meses y medio y los doce años. El diagnostico en los casos de Distemper se hizo sobre la base de la sintomatología clínica; en los demás cuadros se recurrió a estudios radiológicos.

El número de prescripciones varió entre dos y siete, con un promedio de cuatro, el tiempo transcurrido entre una prescripción y otra dependió de la evolución del caso, en promedio cada diez o quince días. Los tratamientos duraron entre uno y tres meses. Los medicamentos homeopáticos más utilizados fueron doce; siendo los principales Gelsemium, Plumbum, Nux vomica, Causticum, Conium, Cocculus y Calcium fluoratum, junto al organoterápico Cartílago, estos dos últimos en los casos de hernia del disco intervertebral Las diluciones utilizadas variaron entre la D6 y la D1.000. Los medicamentos se administraron en forma de glóbulos o gotas, por vía oral, lejos de las comidas.

De los 54 casos, 37 (68.51%) se recuperaron en forma satisfactoria, considerándose como tal aquellos caninos que fueron capaces de caminar y desarrollar sus funciones básicas (alimentarse, defecar, orinar) sin ayuda externa de ningún tipo. Según etiología, los medicamentos homeopáticos demostraron ser altamente efectivos en los cuadros de hernia del disco intervertebral, ya que recuperaron el 76,92% de los casos (10 pacientes de 13).

En los cuadros de Distemper, la eficiencia fue de un 64.7% (22d e 34 casos). En las artrosis y los traumatismos se recuperaron el 66.6% de los pacientes (2 de 3 casos de cada etiología) El porcentaje de casos recuperados, casi un 70%, es sin lugar a dudas interesante, por ser las paresias y las parálisis cuadros en que la eutanasia es muy frecuente, especialmente ante las secuelas del distemper

Para terminar solo resta por citar las palabras con que Hahnemann dio por concluido su charla sobre medicina veterinaria: "Porque también esos pobres animales, incapaces de acusar a quienes los maltratan, son merecedores de la compasión de las personas humanitarias".

Fuente

Dr. Flavio Briones Silva Médico Veterinario

www.homeovet.cl


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